Aportaciones de la resonancia magnetica a la fisiopatologia del estado vegetativo persistente y de mínima conciencia

Davinia Fernández-Espejo (Personal Docente e Investigador) 1,2
Carme Junqué (Catedrática de Universidad)1,2

1 Departamento de psiquiatría y psicobiología clínica, Universidad de Barcelona
2 Instituto de investigaciones biomédicas August Pi i Sunyer (IDIBAPS)



En los últimos años se ha experimentado un rápido desarrollo en el campo de la neuroimagen y una creciente aplicación de estas técnicas al estudio de pacientes con desórdenes de conciencia. El objetivo del presente capítulo es revisar las principales aportaciones realizadas desde este ámbito así como sus implicaciones en el entendimiento de las bases neurobiológicas y neurofuncionales de estos síndromes clínicos.

Tras una lesión cerebral grave (traumatismo craneoencefálico, accidente cerebro-vascular, etc.) el paciente puede pasar por una fase de coma, tras la cual puede recuperar la conciencia o evolucionar a lo que se denomina “estado vegetativo”. El término estado vegetativo fue inicialmente acuñado por Jennett y Plum en 1972 para describir un grupo de pacientes que, tras sufrir un daño cerebral grave, manifiestan ciclos de sueño-vigilia, junto con un mantenimiento autónomo de las funciones respiratoria y cardiaca, pero presentan una completa ausencia de evidencia comportamental de conciencia de sí mismos o del ambiente. Se trata de pacientes incapaces de reaccionar de un modo intencional a la estimulación y que no manifiestan ninguna capacidad comunicativa (Royal College of Physicians, 2003; The Multi-Society Task Force on PVS, 1994). El estado vegetativo se considera persistente si el paciente sigue en este estado un mes después del accidente. Sin embargo, no será considerado permanente hasta pasados tres o seis meses, dependiendo respectivamente de si seguimos los criterios de la Multi-Society Task Force on PVS o el Royal College of Physicians of London, en caso de daño cerebral no traumático y hasta pasados doce meses en caso de traumatismo craneoencefálico. Dichos intervalos se basan en las estimaciones pronósticas realizadas por sendos grupos de trabajo y reflejan la escasa probabilidad de recuperación de la conciencia una vez superada la ventana temporal señalada.
Un paciente puede sobrevivir varios años en estado vegetativo o evolucionar hacia lo que se conoce como “estado de mínima conciencia”, comenzando a mostrar signos de 

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