RM en el TCE grave: ¿un lujo o una necesidad?

Neuroimagen en la fase aguda de la lesión cerebral traumática

Élida Vázquez Méndez
Ignacio Delgado Álvarez
Ángel Sánchez Montañez

Ponente:
Élida Vázquez Méndez,
Jefe de Sección Radiología Pediátrica
Hospital Universitari Vall d’Hebron
Barcelona


Introducción

La lesión traumática cerebral es la mayor causa de muerte y morbilidad en niños. Alrededor de 475.000 lesiones traumáticas craneoencefálicas ocurren cada año en niños entre 0 y 14 años, ocasionando unas 435.000 visitas a los servicios de urgencias y un total de 2.685 muertes. Los lactantes y, en general, los niños pequeños (0-4 años) son los que tienen mayor riesgo de lesión encefálica tras sufrir caídas o accidentes de tráfico.

Entre las peculiaridades del trauma pediátrico se encuentran el trauma obstétrico (extracraneal e intracraneal) y el trauma no accidental (niño maltratado).
En el diagnóstico de la lesión traumática del SNC se usan varias modalidades neurorradiológicas, incluyendo radiografía simple, ecografía, tomografía computarizada (TC) y resonancia magnética (RM).


1    Radiografía simple de cráneo

No se recomienda su uso en la mayoría de situaciones de trauma craneal si la TC está disponible.
La radiografía de cráneo está indicada en:
  • Sospecha de maltrato (historia inapropiada).
  • Lactantes menores de 1 año de edad con hematoma palpable o visible, sobre todo, si se localiza a nivel temporal y/o parietal.
  • Lactantes menores de tres meses, aunque no tengan hematoma; hay estudios que demuestran que estos niños tienen riesgo de fractura craneal aun sin presencia de hematoma.
  •  Lesión penetrante, para descartar la presencia de cuerpo extraño.

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